En sus más de once años de historia la ONG Guaguacuna ha trabajado por y para el desarrollo de las comunidades rurales del cantón de Otavalo (Ecuador). Para lograrlo, se han realizado un gran número de proyectos en la zona destinados a mejorar la vida de miles de niños de familias pobres.
La construcción de estas cocinas- comedores resulta muy positiva ya que permite a las escuelas introducirse en los planes de alimentación que lleva a cabo el gobierno de Ecuador, además de contar con un espacio en donde los padres de alumnos pueden organizar las tareas para preparar la comida todos los días a sus hijos.
Gracias a los comedores escolares se consigue equilibrar la dieta de los niños de estas escuelas obteniéndose grandes resultados como:
Son proyectos dedicados a la construcción de aulas complementarias para las escuelas rurales. La construcción de estas aulas se permite ampliar el número de alumnos de cada centro.
Estos centros son de gran utilidad ya que permiten que los padres puedan dejar a sus hijos en un lugar de confianza cuando se tienen que ir a trabajar, en lugar de dejarlos con los hermanos mayores quienes tienen que dejar de estudiar para hacerse cargo de los niños de la familia.
Se trata de proyectos de rehabilitación de centros escolares que ya estaban construidos pero que se encontraban muy deteriorados. Gracias a las rehabilitaciones se consigue adaptar mejor los centros a las necesidades de los alumnos, repercutiendo este hecho en una mejora de su rendimiento y en un aumento de su motivación.
Se construye y se equipa totalmente la cocina y el comedor de la Fundación Manos Amigas de Otavalo que está destinado a dar de comer todos los días a más de 50 personas indigentes. Se colabora con la alimentación diaria de estas personas que en su mayoría son ancianos que viven en la calle, niños betuneros, y mujeres abandonadas con hijos, sin recursos y sin familia.
Se dotan los centros con material y mobiliario escolar: pupitres, sillas, pizarras, tarimas, estanterías, pizarras, armarios, libros, material escolar… De esta forma los niños y niñas de estos colegios y guarderías pueden gozar de materiales nuevos y actuales que consigan motivarles, lo que redunda en la mejora de su rendimiento escolar.
Guaguacuna ha proporcionado el equipamiento para este centro que mantiene el Patronato Municipal de Otavalo en el Dispensario Médico Municipal. En él se brinda atención en rehabilitación física a personas con discapacidad temporal o permanente.
Puesto que es el único centro existente de estas características hay una gran demanda, la cual aumentó espectacularmente después de dotar del equipamiento necesario al centro.
Para garantizar los estudios de los niños de escasos recursos económicos que destacan en conducta y rendimiento, Guaguacuna tiene un programa anual de becas para primaria, secundaria y universidad que en la actualidad está beneficiando a 157 estudiantes.
Al becar a un niño se impide que los padres al no disponer de recursos, obliguen a sus hijos a trabajar en el campo cuando todavía están en edad escolar y dificultar su progreso académico y profesional.
Este proyecto se realiza con el apoyo de la Fundación SEPLA-Ayuda de España.
Son huertos que se crean en las escuelas y en los que se cultivan productos biológicos para el comedor.
Además de servir de “despensa” para estos colegios, una vez por semana un Ingeniero Agrónomo enseña a los niños las técnicas de cultivo en estos huertos, de especial necesidad dado que la población es agricultora en un 90%.
Se ha llevado a cabo un curso intensivo para cincuenta maestros que ha estado dirigido por dos profesoras españolas voluntarias. Tuvo gran acogida y fue muy exitoso ya que se renovaron conocimientos y se enseñaron prácticas docentes más modernas.
Durante tres años estuvo funcionando una escuela para gente mayor analfabeta en su mayoría indígena. En torno a unas treinta personas asistían dos veces a la semana a las clases impartidas por dos maestros contratados por Guaguacuna. El proyecto finalizó cuando aprendieron a leer y a escribir a las personas analfabetas de esa zona.
En las escuelas rurales que se van construyendo comedores se va ampliando el Programa de Alimentación Infantil. Son los propios padres y profesores los implicados en este proyecto ya que se organizan turnos para recoger diariamente los panecillos que se sirven en el desayuno. La leche se lleva a la escuela y son las madres las que organizan la cocina y elaboran diariamente el desayuno para sus hijos.
El programa consiste en la entrega de pan y leche para el desayuno y verduras cada 15 días para complementar el almuerzo escolar. Debido a este programa de implementación alimentaria se logra mejorar el rendimiento escolar, se reduce el absentismo y además, dentro del ámbito de la salud, se consigue reducir la desnutrición y los problemas que esta genera.
Se habilitó una sala en el Hospital de Otavalo en la que todos los días y antes de las consultas de pediatría y ginecología se invita a las madres a una charla educativa sobre los cuidados durante el embarazo, y sobre cómo afrontar la alimentación y salud de las mamás y los niños de hasta tres años. Al finalizar la charla se les ofrece un desayuno ya que muchas de ellas vienen en ayunas después de andar dos o tres horas hasta llegar al hospital.
Guaguacuna apoya este centro para mayores sin recursos con un médico que les revisa semanalmente, para controlar la salud de estos ancianos. También les suministramos ropa, zapatos, medicinas….
Guaguacuna sostiene los costes de tratamiento médico y asistencial a niños con diversas enfermedades como cáncer, cardiopatías, quemados, enfermedades psíquicas, discapacidades, desnutrición, etc.Esta ONG trabaja con el Patronato Municipal mediante un convenio de colaboración, ya que la sanidad ecuatoriana no cubre prácticamente nada de los costes de hospitalización y tratamiento.
Por ello, muchas personas pobres no tienen otro remedio que dejarse morir ante una administración que cruelmente no atiende a quien no dispone del dinero suficiente como para abonar los gastos que suelen ser muy elevados para el nivel de vida de la mayoría de la población. Además, la Guaguacuna apoya a las farmacias del patronato con medicamentos que lleva desde España, que se ofrecen gratuitamente a los enfermos más necesitados.
Gracias al apoyo solidario de una socia de Guaguacuna, Pilar Rodríguez-Touron, se pudo construir el Centro de Salud de Mojanda, para el cual la ONG solicitó en ese año ayuda de la Excma. Diputación de Alicante que concedió a este proyecto la posibilidad de su equipamiento médico.
El Centro de Salud, donado a la Comunidad Indígena, se ha convertido en una experiencia pionera en Ecuador, al ser el primer centro de estas características dirigido exclusivamente por población indígena.
El Centro de Salud mantiene servicios de atención diaria con Enfermería, Medicina General, Ginecología, Obstetricia, Pediatría, Medicina Tradicional Indígena y Farmacia Gratuita.
Durante años se ha contado con la ayuda de médicos y enfermeras españoles, que se han trasladado a Ecuador para la evaluación y formación de los médicos ecuatorianos.
Guaguacuna proporciona alimentos mensualmente a ocho familias en situación de riesgo. Familias que mantienen una situación al límite, por diferentes motivos, y que necesitan con urgencia ayuda para mantenerse a flote
La Fundación Guaguacuna (contraparte local de la ONG Guaguacuna en Ecuador) es el socio local de la Fundación del Valle para la puesta en marcha del Centro de Desarrollo Infantil para Niños con Discapacidad Intelectual en Otavalo“La Joya”. Este proyecto fue subvencionado por la Generalitat Valenciana en la convocatoria del año 2011. En el mismo también colabora la Fundación SEPLA-Ayuda, el Ayuntamiento de Otavalo y el INFA (Instituto de la Niñez y la Familia de Ecuador)
El centro atiende a 50 niños con diferentes discapacidades. Es el primer centro de estas características que se abre en Otavalo para la atención especializada de estos niños que hasta ahora estaban en sus casas sin tener opción a la educación.
Guaguacuna colabora con la Aldea Franciscana Juvilus (Juntos por la Vida en la Lucha contra el Sida) en donde viven unos 30 niños huérfanos y abandonados con VIH y que necesitan ser acogidos temporal o permanentemente.
Mediante un convenio de colaboración con la Fundación Rose Caja Mediterráneo y Max Mara, hemos apoyado a la compra de animales de cría para el sustento de este albergue y así poder ampliar la atención a más niños necesitados.
En Otavalo nos encontramos con una persona encantadora que acoge en su propia casa a 32 personas sin hogar, niños y mayores que no tienen a dónde ir y que han sido abandonados por sus familias.
Se les ofrece cariño, alimentación, calor de hogar y un techo que les haga sentirse valoradas y queridas.
Esta persona es el alma del centro de acogida. Ella junto a un grupo de voluntarios comenzó hace 11 años una tarea de acogida y cuidado de personas que estaban en la calle pues sus circunstancias eran especialmente extremas. Nadie se quería hacer cargo de ellas, ni siquiera sus familias. Su enorme capacidad de trabajo y amor hacía los desheredados del planeta hizo que muchas personas sin ninguna alternativa en la vida, acudieran a esta gran persona en busca de un hogar y de una familia. Allí se recuperaron, se sintieron dignos, útiles, con esperanza de vida. Otros llegaron al centro y al tiempo lo abandonaron al morir pero se sintieron acompañados en los últimos años de sus tristes y duras vidas.
Este nuevo proyecto está destinado a ofrecer un centro de acogida temporal a 83 beneficiarios, de los cuales 16 serán ancianos desprotegidos que no tienen un lugar donde pasar la noche.
El centro de acogida para ancianos irá ubicado en la planta baja del edificio. El resto de beneficiarios serán del comedor social diario.
Se ha programado en un futuro, destinar la primera planta, con capacidad para 16 mujeres y niños, a centro de acogida para mujeres maltratadas con sus hijos.
El centro de acogida será un lugar en donde se atenderá todos los días a personas que lo necesiten para que compartan sus alegrías y vivencias, mantengan una buena comunicación con los demás, estrechen lazos de amistad, se hagan compañía, se diviertan, aprendan, vuelvan a sentirse útiles dentro de la sociedad, y encuentren la familia y el apoyo que han perdido.